Era un pueblo donde casi no existían juguetes, había más viejos que jóvenes y sólo habían 5 ó 6 niños en el pueblo.
Una tarde jugaban al escondite, y 3 de los niños se escondieron en una tumba que había hecha para un viejo para enterrarlo esa misma tarde. Los niños se quedaron allí mucho rato y al final se durmieron. Se despertaron oyendo golpes sobre la tumba.
PUM...PUM...PUM...
Uno de ellos al final intentó abrir la tumba pero... algún gran peso había encima... eran 58 kilos de tierra.
Los niños fueron enterrados vivos, se supo porque alguien encontró al viejo en una urna de cristal y pensó: Si el muerto está aquí, y la tumba pesaba algo..., ¿a quién hemos enterrado?
Se sacó la tumba rápidamente y allí estaban los tres niños agarrados de la mano y asfixiados....
"La última noche de las gemelas rubias"
Había una pareja que era muy feliz, cuando la mujer se embarazó la alegría fue doble porque iba a tener niñas gemelas. Al nacer, las bebés eran adorables y les pusieron como nombres Violeta y Verónica. Como es obvio, las gemelas eran físicamente como 2 gotas de agua, pero de carácter no podían ser más desiguales: Violeta era perfecta, alegre, cariñosa, lista y Verónica era más bien tímida, triste, callada.
Aunque aparentaban llevarse bien y ser muy felices, la realidad era muy diferente. Una noche, los padres decidieron salir a cenar y dejar a las gemelas solas en casa por primera vez. "Yo me encargo de todo" dijo Violeta.
Como la niña siempre había sido muy responsable, los padre accedieron. Se fueron felices mientras las gemelas se quedaban con un montón de juguetes y viendo su serie de tv favorita. Poco después de medianoche los padres regresaron y cuando abrieron la puerta de la casa, escucharon a Verónica muy alegre cantando
"1, 2, 3, 4, a Verónica quieren ahora, 1, 2, 3, 4, Violeta se irá para no volver... ja,ja,ja".
Extrañados pero contentos, porque las niñas parecían divertirse, los señores entraron en el cuarto donde Verónica estaba cantando. Pero, ¿dónde estaba Violeta? De repente, vieron un charco de sangre debajo de la cama de su hija predilecta pero lo peor estaba por venir: al quitar la sábana vieron el cuerpo mutilado de la niña, mientras Verónica seguía tarareando.
Horrorizada por su obra se arrojó por la ventana y murió. La pareja no superó esta tragedia y también falleció al poco tiempo. Todavía no había pasado ni un año desde aquella fatídica noche, cuando una familia se fue a vivir a la casa de las gemelas, donde se escuchan voces raras, como de unas niñas jugando y cantando, pero de repente, la canción se convierte en un desesperado grito de auxilio..